Información sobre la esquizofrenia
La esquizofrenia es la patología psiquiátrica más grave y su frecuencia se establece alrededor del 1% de la población general. Comienza en edades muy jóvenes y no son raros los casos que se inician en la adolescencia.
Los síntomas más conocidos son los delirios y las alucinaciones, si bien pueden presentarse otros (aplanamiento afectivo, agitación, inmovilidad, aislamiento).
La enfermedad tiene un curso crónico y frecuentes recaídas. Suele producir deterioro de las funciones psíquicas superiores (disminución del rendimiento de la atención, la memoria, la concentración, la capacidad del pensamiento y la asociación de ideas) y la vida socio-laboral (el paciente sufre un retraimiento general).
Actualmente se admite que la esquizofrenia tiene una causa biológica-hereditaria más que psicológica-ambiental. Puede tratarse con fármacos antipsicóticos, que mejoran los síntomas y frenan el curso progresivo de la enfermedad, lo cual permite una mejora notable del paciente.
La rehabilitación cognitiva
Un factor muy importante en el paciente con diagnóstico de esquizofrenia es el déficit cognitivo y su manejo.
El déficit cognitivo en algunos casos puede venir producido por los propios fármacos, por ello es imprescindible un seguimiento médico especializado para adaptar las dosis en cada fase de la enfermedad. El déficit llega a convertirse en un indicador y predictor del funcionamiento social del paciente.
La rehabilitación psicosocial y cognitiva en el paciente con esquizofrenia busca poder desarrollar el potencial de la persona después de haber padecido un brote psicótico.
Estudios de investigación demuestran que las áreas afectadas más relevantes son:
- Atención
- Memoria
- Funciones ejecutivas