El síndrome de la cabaña es un tipo de fobia que se produce por estar encerrado en un lugar de manera obligada  y considerar la persona este sitio como lugar seguro.

Es un término que se está escuchando mucho en los últimos días y que es debido al confinamiento por la pandemia producida por el COVID 19. Este trastorno de ansiedad, el síndrome de la cabaña, es un estado anímico mental y emocional que se ha observado en personas que han pasado un tiempo determinado en reclusión obligatoria.  El problema y los síntomas aparecen cuando la persona tienen que volver a salir y enfrentarse a la situación exterior.

En nuestro caso, el confinamiento de más de 6 semanas de duración, va a producir en muchas personas diferentes cambios en su estado de salud mental. Durante este proceso de confinamiento hemos sido bombardeados por información noticias, peligros, datos de muertes fallecidos y enfermedades que se producían por estar exactamente fuera de nuestro sitio o lugar seguro.  Este confinamiento forzoso ha llevado a desarrollar un miedo a lo exterior, miedo a contagiarse miedo a que nos pase algo miedo e inseguridad.

Durante 6 semanas hemos estado escuchando cómo la gente que se contagiaba corría grave peligro ingresos y cifras de fallecimientos.

Después se nos dice que podemos abandonar el domicilio de manera prudente, muchas personas comenzarán a presentar ansiedad, miedo y labilidad afectiva marcada, por la inseguridad que le produce salir de su casa (la cabaña).

El síndrome de la cabaña no es lo mismo que la agorafobia, tampoco es una enfermedad en sí. El síndrome de la cabaña es la forma de llamar a este tipo de fobia después de estar en un estado en cerrado de manera obligatoria.

Los síntomas que pueden presentar las personas es exactamente justo después de que se produce la posible libertad el miedo a salir palpitaciones pánico sudoración temblores incluso el deseo de no querer volver a salir nunca más y permanecer en el domicilio como lugar seguro.

Todos estos síntomas son compatibles con cualquier trastorno de ansiedad como la sudoración en las manos el corazón más rápido y miedo e inseguridad junto con ansiedad anticipatoria.

Este síndrome se puede presentar también en otras situaciones o circunstancias como en personas que se encuentran recluidos en su domicilio por una enfermedad.

Los rasgos característicos de las personas que pueden desarrollar este síndrome es muy variado, desde personas con ansiedad premórbida, es decir,  antes del confinamiento, personas con dificultades para relacionarse a nivel social y también en personas con rasgos y con tendencia a la procrastinación, si bien estos últimos, aún,  cumpliendo criterios no se diagnostica un síndrome de la cabaña.

Este síndrome abarca a las personas tanto de edad avanzada como jóvenes y niños. En los menores, la familia, con el afán de que entiendan el problema  por el motivo que “no salimos a jugar” llegamos a crearles un miedo y una ansiedad producida por el virus o “bicho”, que se encuentra en la calle y que es malo. Esto producirá un rechazo en el menor a querer salir del domicilio incluso acompañado.

TRATAMIENTO DEL SÍNDROME DE LA CABAÑA

El síndrome de la cabaña en este caso siempre tendrá un abordaje psicoterapéutico.

En todo momento tenemos que intentar que no se produzcan conductas evitativas que posterguen o retrasen en el comienzo de la salida del domicilio, tanto en adultos como en menores.  El tratamiento tiene que ser como cualquier fobia de manera progresiva, no hay que obligar a la persona a que salga de casa.

Se tienen que fijar objetivos el día anterior a la salida cómo: bajar al portal varias veces al día, desplazarse al día siguiente unos metros lejos del domicilio, todo ello sin forzar en ningún momento ni intentar alejarse más de lo planeado el día anterior.

La exposición es parte de esta terapia cognitivo conductual, es fundamental para poder desensibilizarse de los síntomas de ansiedad que aparecen el momento de enfrentarse al estímulo que produce la fobia.

En estas semanas tras el inicio de la famosa “desescalada” es el momento de abordar el síndrome de la cabaña para evitar una cronificación de esta ansiedad y respuesta fóbica a salir a la calle, porque si retrasamos y comenzamos con conductas evitativas,  en unos meses pudiera realmente provocar un trastorno más grave cómo es el trastorno de agorafobia.

Desde el punto de vista psiquiátrico y psicológico es completamente normal que podamos padecer estos miedos al principio del desconocimiento, es completamente lógico que tengamos inseguridad pues la situación que nos rodea es problemática a nivel sanitario. Es razonable que nos de temor, es prudente e inteligente sentirnos un poco inseguros al principio.

Por todo ello no dude en consultar no tenga reparo en decir los miedos que está teniendo, pues todo es dentro de un marco normal y nunca creemos que se encuentra en un ambiente exagerado patológico.

El síndrome de la cabaña se suele resolver fácilmente si el confinamiento no ha sido mayor de 6 o 9 meses.

En caso de que usted o algún familiar crean que puedan padecer esta situación llamada “síndrome de la cabaña” no dude en contactarnos para solicitar una cita online en el que el Dr. Iglesias y su equipo pueden ayudarle a resolver este problemática.