El trastorno de pánico es un trastorno de ansiedad caracterizado por la presencia de crisis con síntomas neurovegetativos tales como (palpitaciones, sudoración, sensación de ahogo, de atragantarse, etc.), cognitivos (miedo a volverse loco, temor a morir, etc.) y conductuales (evitación de situaciones ansiosas).
Es una enfermedad que lleva a una alteración considerable en la calidad de vida del paciente. Un tratamiento adecuado para el trastorno de pánico puede prevenir ataques posteriores o hacer estos menos severos y frecuentes, lo que trae consigo un gran alivio al 70 o 90 por ciento de las personas que lo padecen.
Las investigaciones científicas concuerdan que el tratamiento más indicado para el trastorno de pánico es la terapia cognitivo-conductual más la farmacoterapia.
Con un buen tratamiento se consigue no sólo la reducción de los ataques de pánico si no su remisión completa, dependiendo de la gravedad del cuadro.
Diagnóstico del trastorno del pánico
Si el trastorno de pánico es leve o moderado, y el grado de incapacidad de la persona no es tan marcado, es aconsejable sólo un tratamiento psicológico con terapia cognitivo-conductual. En los casos más graves, es indispensable que aparte de la psicoterapia se añada tratamiento farmacológico.
En una evaluación médica de urgencia por lo general no se observan pruebas orgánicas de interés, y el episodio es atribuido a «nerviosismo o tensión emocional». La persona se tranquiliza, hasta que un par de semanas más tarde sobreviene un segundo episodio, generalmente de similares características aunque menos intenso, lo cual origina una consulta a su médico habitual. Se solicitan exámenes de laboratorio más sofisticados, que también son normales.
Se presentan nuevos episodios, de intensidad variable, y se agrega una preocupación constante respecto de como evitar nuevas crisis. El paciente comienza a atribuir a las circunstancias o el lugar donde se encontraba la irrupción de los síntomas (por ejemplo se abstiene de hacer ejercicio físico o evita usar nuevamente la locomoción pública), y para salir de su casa prefiere hacerlo acompañado.
Los medicamentos que normalmente se utilizan son:
- Benzodiacepinas
- Inhibidores de la recaptación de la Serotonina
- Antidepresivos Tricíclicos
El tratamiento farmacológico debe ser supervisado por un médico psiquiatra, preferentemente especialista en trastornos de ansiedad; y debe ser por un tiempo determinado.
Los medicamentos se ponen en un principio de manera provisional, se intentarán que los tranquilizantes (benzodiacepínicas) se tomen el menor tiempo posible según le indique siempre su especialista.
Tratamiento con terapia psicológica cognitivo-conductual
La terapia psicológica es fundamental en todos los grados de cuadros de ataques de pánico. La Asociación de Psiquiatría Americana, estableció en 1998, a la terapia psicológica cognitivo-conductual, como la más eficaz para tratar el pánico.
La terapia cognitivo-conductual, a diferencia de otras formas de psicoterapia, cuenta con una base y evidencia científica, proveniente de la Psicología Experimental, de las teorías de Aprendizaje y del Procesamiento de la Información.
El modelo cognitivo del trastorno de pánico establece que un individuo vive una crisis de pánico, porque tiene una firme tendencia a interpretar de una manera catastrófica las sensaciones corporales, producidas durante una respuesta de ansiedad normal.
Por ejemplo, una persona puede comenzar a sentir palpitaciones o un mareo, que tal vez no lleguen a más, si no interpreta negativamente esos síntomas. Generalmente la persona tiende a pensar: «viene otro ataque, me voy a volver loco, voy a morir, es terrible, no podré soportar estos síntomas»… Estos pensamientos desencadenan el ataque de pánico y refuerzan el trastorno.
Técnicas de la terapia psicológica cognitivo-conductual
El círculo vicioso del pánico se rompe aprendiendo las siguientes técnicas:
- Psicoeducación: explicaciones acerca de la naturaleza de la ansiedad y del pánico.
- Técnicas de respiración. Fundamental para intentar evitar o controlar cuando comience el Ataque de pánico
- Técnicas de relajación. Para reducir el neivel de estrés basal del paciente.
- Técnicas de reestructuración cognitiva (cambio de pensamientos).
- Técnicas de exposición en imaginación y en vivo de situaciones estresantes.
Estas técnicas son parte fundamental del tratamiento psicológico cognitivo-conductual, Al principio se evalúa al paciente mediante la entrevista clínica, test y cuestionarios (validados)
En el caso de que el paciente reciba medicación, se realizan informes al psiquiatra para darle a conocer los progresos psicológicos que permitan la disminución de la medicación hasta su suspensión final.