El trastorno bipolar es una enfermedad psiquiátrica crónica y debilitante que se caracteriza por episodios repetidos de manía o hipomanía y depresión, o una mezcla de ambos.
Los pacientes con trastorno bipolar sufren estados emocionales inusualmente intensos que se producen en períodos distintos llamados «episodios».
Un estado excesivamente alegre o sobreexcitado se denomina episodio maníaco y se asocia con aumento de la energía y la actividad. Es una característica definitoria de un trastorno bipolar I.
La fase maníaca puede durar de días a meses y puede abarcar los siguientes síntomas:
- Distraerse fácilmente
- Poca necesidad de sueño
- Deficiente capacidad de discernimiento
- Control deficiente del temperamento
- Comportamientos imprudentes y falta de autocontrol:
- Exceso de bebidas alcohólicas y/o consumo de drogas
- Eficiente capacidad de discernimiento
- Sexo con muchas parejas (promiscuidad)
- Hacer gastos exagerados
- Estado de ánimo muy elevado
- Exceso de actividad (hiperactividad)
- Incremento de la energía
- Pensamientos apresurados
- Hablar mucho
- Autoestima muy elevada (creencias falsas acerca de sí mismo o de las habilidades)
- Compromiso exagerado en actividades
- Muy alterado (agitado o irritado)
Estos síntomas de manía ocurren con el trastorno bipolar I. En las personas con trastorno bipolar II, los síntomas de manía son similares pero menos intensos.
La fase depresiva de ambos tipos de trastorno bipolar incluye los siguientes síntomas:
- Tristeza o estado de ánimo bajo diariamente
- Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones
- Problemas en la alimentación
- pérdida del apetito y pérdida de peso
- consumo exagerado de alimentos y aumento de peso
- Fatiga o desgano
- Sentimiento de minusvalía, desesperanza o culpa
- Pérdida de interés en actividades que alguna vez disfrutaba
- Pérdida de la autoestima
- Pensamientos de muerte y suicidio
- Dificultad para conciliar el sueño o dormir demasiado
- Alejarse de los amigos o las actividades que disfrutaba
Los episodios maníacos pueden alternarse con episodios prolongados de depresión, durante los cuales hay un decremento del estado de ánimo y disminución de la energía y la actividad. También puede haber episodios «mixtos», cuando la manía y la depresión se producen el mismo día, con rápidos ciclos de la persona entre los dos estados.