Existen numerosos tratamientos psicológicos útiles para el tratamiento de la depresión, es necesario un buen diagnóstico para poder utilizar la técnica más adecuada a la problemática afectiva que presenta el paciente.
Al largo de los años los investigadores han intentado dar una explicación a las causas o la etiología del trastorno afectivo llamado depresión.
La teoría conductual: teniendo como piedra angular, la falta de esfuerzo.
La depresión se debe a una falta de refuerzos positivos que hace que el que la persona que lo padece no actúe, o no encuentre interés en la necesidad de actuar o interactuar. Debido a la inactividad el deprimido no encuentra refuerzos en la sociedad y en consecuencia la depresión o sensación de tristeza se va acentuando en el tiempo.
Según esta teoría conductual el tratamiento de la Depresión consistiría en una programación de actividades “placenteras” si es posible, que comienzan a dar al sujeto los refuerzos que necesita. Una vez que comienza se establece una realimentación positiva.
Durante el comienzo del tratamietno el paciente tendrá que luchar contra esa falta de motivación e ilusión al comenzar a realizar las actividades, pero recibiendo después un refuerzo positivo franco que se va grabando en nuestra memoria.
Uno de los problema con los que plantea el depresivo es que dice que no tiene fuerzas para hacer nada, que cuando se le cure la depresión y se siente bien es cuando saldrá y hará las cosas que le apetecen. En la terapia realmente se trata de plantear exactamente lo contrario, cuando te mueves te refuerzan y te sentirás bien y con más ganas de seguir.
La teoría cognitiva: la depresión como resultado de pensamientos inadecuados o negativos automáticos.
La depresión se debe a una distorsión cognitiva, (pensamientos negativos constantes), en la que el depresivo distorsiona la realidad viéndose de forma negativa en la triada cognitiva, el mismo, el mundo y el futuro. (Base fundamenta de la teoría cognitivo conductual.
El tratamiento de la terapia cognitivo conductual consiste en detectar los pensamientos automáticos negativos de los sujetos, analizarlos y cambiarlos racionalmente. El terapeuta intentará mediante discurso socrático alterar las bases que tiene el paciente para llegar a esas conclusiones.
Cuando pensamos mucho sobre un tema vamos reduciendo el pensamiento de forma que generalizamos y dejamos indicado el contenido y lo único que sentimos es la preparación para actuar que nos deja, es decir, la emoción y la sensación asociada.
Se puede analizar de esta forma el pensamiento automático de tal manera que el deprimido ve claramente la relación entre la sensación y el pensamiento, de hecho basta con preguntarle respecto a la sensación para que sepa a que se debe y que es lo que en realidad la sensación le dice.
Una vez que se descubre el pensamiento automático a veces se puede desmontar de forma racional, pero otras es preciso hacer algún experimento para comprobar que no responde a la realidad o realizar cambios conductuales para que el paciente para que pueda apreciar la realidad. Uno de los problemas que ocurre con este tipo de pensamientos automáticos es que se confirman a sí mismos. El paciente se siente incapaz de actuar y esto le produce una sensación que le deja tan caído que en efecto no puede actuar.
La indefensión aprendida: la incapacidad que se puede tener para poder resolver algún problema.
Asociada con esta está la teoría de la desesperanza. El problema es la pérdida de la esperanza de conseguir los refuerzos que queremos.
Teoría biológica.
Según esta teroría la depresión está causada por un desequilibrio de los neurotransmisores, apareciendo déficit de Serotonina , Noradrenalina y Dopamina en la segunda Neurona. Está demostrado que cuando un paciente está deprimido o ansioso aparece una hipofunción cerebral con déficit de los Neurotransmisores anteriormente citados. Al tomar la medicación adecuada, somos capaces de restaurar la función cerebral a los niveles anteriores, mejorando nuestra alteración de la conducta.
Mejora el estado de ánimo, mejora la calidad del sueño, mejora de muchos síntomas que tenemos, cuando tomamos la medicación adecuada, los neurotransmisores se equilibran y nuestro estado de ánimo cambia.
Ahora bien, no podemos quedarnos solamente en esta teoría, puesto que si la depresión que tiene es reactiva a una situación, hasta que la situación no se solucione se siguen dando las condiciones para que se perpetúe aunque se tomen antidepresivos o al dejar de tomarlos podría reaparecer la sintomatología.