El consumo crónico de la cocaína provoca importantes trastornos psíquicos, similares a los provocados por las anfetaminas, tales como ideas delirantes paranoides, ansiedad y depresión.

La cocaína es una droga o estupefaciente estimulante con gran poder adictivo. Las personas que han probado la substancia la describen como una euforia potente que les da una sensación de supremacía y energía.

No importa la forma ni la frecuencia de consumo, el usuario de cocaína se expone a tener una emergencia cardiovascular o cerebrovascular aguda. Durante el consumo el riesgo aumenta hasta en un 20 %.

Las muertes relacionadas con la cocaína a menudo son el resultado de un paro cardiaco o una convulsión seguida de un paro respiratorio.

Una vez que la persona comienza a usar cocaína, no se puede predecir ni controlar hasta qué punto continuará usando la droga.

Los efectos de la cocaína más importantes son:

Efectos Psicológicos:

  • Euforia
  • Locuacidad
  • Aumento de la sociabilidad
  • Aceleración mental
  • Hiperactividad
  • Deseo sexual aumentado

En consumidores crónicos, a medida que desaparecen estos efectos sobrevienen un estado de cansancio y apatía que puede inducir a repetir el consumo.

Efectos fisiológicos:

  • Disminución de la fatiga
  • Reducción del sueño
  • Inhibición del apetito
  • Aumento de la presión arterial

Adicción a la cocaína

Tras un consumo crónico de cocaína aparentemente sin consecuencias, en la actualidad cabe afirmar que:

  • El consumo crónico de la cocaína provoca importantes trastornos psíquicos, similares a los provocados por las anfetaminas, tales como ideas delirantes paranoides, ansiedad y depresión.
  • La dependencia psíquica de la cocaína es una de las más intensas entre las provocadas por las drogas.
  • La supresión del consumo tras un período prolongado da lugar a un fenómeno de rebote, caracterizado por somnolencia, depresión, irritabilidad, letargia, etc.

Presentación de la cocaína: Forma y consumo.
La presentación más común de la cocaína es el clorhidrato de cocaína, es un polvo blanco, cristalino, soluble en agua con efectos anestésicos al contacto con la piel y mucosas.

Su alto margen de consumo y su popularidad se explica debido al consumo ilícito como droga “recreacional”. En los últimos años se ha producido un notable aumento del consumo de la substancia.

El clorhidrato de cocaína es la forma de presentación mas común de esta droga y consiste en un polvo blanco insoluble con poder anestésico local y efecto vasoconstrictores marcados. El clorhidrato de cocaína generalmente se consume de forma intranasal donde produce anestesia y vasoconstricción de las mucosas y presenta una rápida absorción a través de la vasculatura de la nasofaringe.

El clorhidrato también puede ser administrado por vía intravenosa demorando solo 16 segundos en llegar al cerebro y produciendo sus efectos máximos en 30 segundos los cuales van decreciendo en los próximos 30 minutos.

Otra forma de administración frecuentemente usada es la inhalación de cocaína volatilizada. Esta forma cada vez mas popular de consumo produce una rápida aparición de los efectos, y delirio de persecución con el uso crónico. Se produce una rápida absorción de la cocaína volatilizada demorando 8 segundos en llegar al cerebro y los efectos máximos se presentan a los 30 segundos y decrecen en una forma muy rápida.

La cocaína puede también consumirse por vía intravenosa. Esta es la vía más riesgosa de todas y debe ser evitada siempre que sea posible.