Un tratamiento de 54 semanas logró la reducción casi completa de las placas amiloides del cerebro en los 165 pacientes con enfermedad de Alzheimer en estadio temprano.

Después de un año de tratamiento, prácticamente no hay placas beta-amiloides detectables en los pacientes que recibieron la dosis más elevada del anticuerpo.

Una nueva esperanza arranca en el campo de la medicina, un medicamento experimental produce lo que hasta ahora ningún fármaco ha conseguido, reducir las placas amiloides que se forman en el cerebro y que dan por resultado el deterioro cognitivo o pérdida de memoria con la consiguiente muerte cerebral progresiva.Esta terapia emplea un anticuerpo monoclonal y consigue reducir los depósitos de beta amiloide, una proteína relacionada con esta patología, en el cerebro de pacientes con enfermedad de Alzheimer.

«Los resultados de este ensayo clínico nos hacen ser optimistas y pensar que potencialmente puede ser un gran paso en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer», dice Roger M. Nitsch. «El efecto del anticuerpo es muy impresionante. Y el resultado depende de la dosis y la duración del tratamiento. Así –añade-, después de un año de tratamiento, prácticamente no hay placas beta-amiloides detectables en los pacientes que recibieron la dosis más elevada del anticuerpo».

Hasta ahora los estudios y los fármacos se basaban en detener la progresión de la enfermedad, con hasta ahora pocos resultados, este fármaco funciona no deteniendo el proceso sino, eliminando las placas; con otras palabras si se coge a tiempo o en los primeros estadios de la enfermedad que no se ha producido la atrofia… curando la enfermedad.

Aunque el control del deterioro cognitivo no era uno de los objetivos iniciales del estudio, los buenos resultados animaron a los investigadores a estudiar, además, cómo afectaba el tratamiento a los síntomas de la enfermedad.Así, en el estudio aleatorizado doble ciego controlado con placebo de fase Ib para evaluar la seguridad y tolerabilidad de las inyecciones mensuales en pacientes con deterioro cognitivo leve o demencia leve debido a alzhéimer y con depósitos de beta amiloide cerebral los investigadores comprobaron que después de 54 semanas de tratamiento la beta amiloide se redujo significativamente en los cerebros de los pacientes que recibieron dosis más altas. De los 40 pacientes que abandonaron el tratamiento, 20 lo hicieron debido a los efectos adversos, que incluye anomalías en las imágenes relacionadas con el amiloide dependientes de la dosis.

Las dosis de anticuerpos más altos y una mayor reducción de placa beta amiloide también se asociaron con un deterioro cognitivo más lento. Sin embargo, este estudio no fue diseñado para abordar definitivamente el impacto en el deterioro cognitivo, por lo que se considera que estos resultados deben ser confirmados en estudios que ya están en marcha que confirmen los beneficios clínicos de este nuevo fármaco.

Así, los efectos prometedores actualmente están siendo investigados en más de seis ensayos clínicos en todo el mundo con la participación de más de 300 centros de 20 países de Norteamérica, Europa y Asia. Entre ellos algunos españoles, ya que hay más de 15 centros de nuestro país que participan en dos estudios en fase 3 con este anticuerpo.